Reportaje: ventas ambulantes en Medellín
Una lucha constante
Las principales problemáticas de una comunidad olvidada
Por: Yaquelín Restrepo Restrepo
Las ventas informales en la ciudad de Medellín han sido una de las problemáticas más relevantes en la comunidad ya que no solo se presenta la obstaculización de las vías de transporte, sino que las mismas autoridades encargadas de este asunto generan más violencia. Ahora se implementan proyectos para solucionar este hecho.
“Nuestra iniciativa”
La Alcandía de Medellín, a través de la secretaría de infraestructura física, realizó una construcción del corredor de la pretroncal de Metroplus por la Avenida Oriental. Hubo una intervención de 16 paraderos para los buses padrones del Sistema de transporte Masivo del Valle de Aburrá necesarios para el funcionamiento de la Pretroncal y la troncal de la avenida Oriental.
Cuando se inició el proyecto de Metroplus, muchos trabajadores no carnetizados fueron desalojados, lo que es una problemática para los vendedores ambulantes. “nos son arrebatadas las cosas, recibimos humillaciones, maltrato físico, agresión y tenemos que entregar nuestra fuente de empleo, para luego pagarla, es como dar dinero por regalar comida” señalo Ángela María Villa, trabajadora informal.
El decreto 725 de 1999 artículo 11, dice “las ventas estacionarias autorizadas temporalmente conforme al presente decreto serán las únicas permitidas dentro de la zona céntrica de la ciudad, quien se situé en la zona sin su respetivo permiso, será retirado del espacio público, conforme a lo disponible al artículo 265 del código de policía de Antioquia.
El permiso para las ventas ambulantes requiere de una encuesta sociofamiliar, como mecanismo para la recolección de información de las personas que lo soliciten, debe contener los siguientes datos: información personal, del grupo familiar, aspecto de la vivienda, salud, según el decreto 726 de 1999, articulo 1.
En el año 2004 y 2005 se presentó un proyecto para recuperar el espacio público, 27 personas iniciaron la idea, junto alcalde, Aníbal Gaviria, el secretario de gobierno, el mayor de la policía Augusto Ruiz y un funcionario de espacio público. Ellos le dieron un cambio fuerte a las ventas ambulantes en ese tiempo, afirman que esta fue su iniciativa para llevar a cabo una idea que les ayudaría a mejorar sus oportunidades laborales.
Este grupo de personas se convirtió en una organización llamada: Asociación de Vendedores Ambulantes, ellos hablaron, organizaron y concertaron un sindicato, con el alcalde de Medellín, donde entablaron un debate sobre calles reguladas y transparentes de la ciudad.
En las reguladas están un grupo de vendedores carnetizados por la administración y en calles transparentes no podían hacerse venteros ambulantes diferentes a los que la administración designara porque embellecían el entorno.
Ese mismo año se lograron carnetizar 100.000 personas interesadas en el proyecto, tras firmar un acta y un pacto de acuerdo con las leyes establecidas por los encargados. Hubo un acompañamiento permanente del Secretario y el Alcalde. A través de las organizaciones sociales se logró una armonía en el trabajo.
El decreto 725 de 1999 artículo dos, declara que se les da solución de manera prioritaria a las personas que tienen pocos ingresos como discapacitados, tercera edad, madres cabeza de familia, incluidas en los parámetros de selección que se ajusten a los requisitos legales.
Una investigación realizada por la UN (Agencia de noticias unimedios) detectó que en Medellín especialmente en el centro, hay exceso de vendedores ambulantes. Esto se suma a la carencia de políticas enfocadas a mejorar su situación laboral.
La falta de oportunidades
Los ciudadanos para ingresar a un trabajo formal deben tener el bachillerato completo, las posibilidades laborales son limitadas, esto implica que las personas recurran a las calles como alternativas de trabajo.
La violencia, el desplazamiento, entre otras razones, hacen que las personas se dirijan a la ciudad en búsqueda de nuevas formas de vida, al darse cuenta que no se les ofrecen trabajos formales, por la falta de educación, recurren a la ventas informales, para la subsistencia de su familia, incrementando el porcentaje de venteros.
Según varias investigaciones realizadas en el año 2000 por la SUICI, los vendedores informales son de estratos bajos, pagan arriendo, son madres solteras, hombres cabeza de hogar, señores de la tercera edad, familias que tiene de tres a seis hijos.
Los vendedores informales y sus jerarquías
El gremio al que pertenecen los venteros ambulantes consta de un orden y/o jerarquización. Según el presidente de la Asociación de venteros ambulantes Guillermo Giraldo, existen: los vendedores informales estacionarios, semi-estacionarios y ambulantes.
“la diferencia de los tres conceptos radica en que los estacionarios tienen un puesto fijo para trabajar y pagan un arriendo a la hacienda municipal mensualmente, los semi-estacionarios son los que tienen que llevar al final del día sus productos a un guardadero, y los ambulantes son los que no tienen un lugar determinado y constantemente andan por todo el centro”. Así lo afirmó Guillermo.
“No solo es saber la clasificación de estos venteros, sino que también es importante tener en cuenta la cantidad de trabajadores que están perteneciendo hoy a dichas categorías” así lo dice, Guillermo Giraldo.
Según un estudio realizado por la Universidad del Rosario para la Cámara de Comercio de Bogotá, se evidenció que la mayoría de vendedores informales hacen parte del grupo semiestacionarios, en segundo lugar a ambulantes y en tercer lugar con menos gente la categoría de estacionarios.
Las ventas que los trabajadores hacen al día son muy subjetivas, generan pérdidas o ganancias, pues en algunos casos, recogen hasta cinco mil pesos al día, otros en donde el total del producido es muy alto.
Guillermo, quien es líder del gremio hace varios meses, dice que las pérdidas se pueden generar a raíz de que compran sus productos al mismo comercio formal porque ninguno tiene los recursos económicos para ir hasta la China o Panamá, para traer la mercancía a precios más bajos, como lo hacen los comerciantes legales, que venden a mayor escala mientras que los informales a menor.
Se considera que las ventas de los vendedores informales, dependen de diferentes factores, entre ellos: Climáticos, eventos importantes de la ciudad, acontecimientos normales donde permanecen un número grande de personas, por ejemplo las universidades, iglesias, etc. Tal como lo demostró dicho estudio, mencionado anteriormente.
Aquellos que se dedican a esta labor diariamente, dinamizan el comercio, lo que significa que ellos rotan la mercancía y generan a veces más ventas que aquellos que están formalizados, pues los venteros informales consideran que ellos trabajan para el mismo comercio formal, porque lo que hacen es distribuirles la mercancía que traen de otras partes. Como dice, Guillermo Giraldo.
Las desventajas del desempleo en Colombia, son los altos porcentajes de venteros informales en la Ciudad, “Cada vez que se intenta formalizar los que ya han estado durante un tiempo, aparecen más, lo que me genera también una gran dificultad para mí como líder vocero de esta Asociación” Afirma Giraldo.
Las ventas callejeras o informales, se convierte cada día es una opción válida y placentera para algunos trabajadores, ya que no todos los que pertenecen a este gremio salen perjudicados, sino por el contrario, beneficiados. Lo que hace que muchos de ellos, no busquen otras alternativas para un empleo formal, porque se sienten bien con las ganancias obtenidas. Según los resultados arrojados por la investigación que se ha llevado a cabo, para la cámara de comercio de Bogotá, “La gestión económica del espacio público ha beneficiado aproximadamente a 5.904 vendedores callejeros, mediante sus alternativas de aprovechamiento económico, quiere decir que esta estrategia ha beneficiado aproximadamente al 16% del total de vendedores registrados en el DADEP (Departamento Administrativo de la Defensoría del Espacio Público”.
“Este oficio se ha considerado durante mucho tiempo, como ilegal” Confirma Guillermo, pero no sé cuál es el problema, si en uno de los artículos del periódico de la Universidad Nacional de Colombia, UNIMEDIOS , se pública por medio de Sandra Gómez, una entrevista con Fernando Montenegro donde dice que “El 95% de ese mercado proviene de la industria formal, y eso no es clandestino, no es pirata, no es terrible”.
La ciudad trabaja en conjunto, para brindar posibles soluciones a este tipo de problemática social que ha sido olvidado y que cada día va dando más transcendencia, Fernando afirma para UNIMEDIOS que “el planteamiento es buscar más soluciones a los peatones y a las ventas callejeras como parte de la economía. No es cambiarlos de esquina, es construir inteligentemente elementos como los que la ciudad construyó cuando necesitó más espacio para vehículos o más transporte. Por esto, se propone crear una red análoga de espacio público donde las ventas callejeras funcionen, pero no en cualquier parte. Si alguien va comprar un dulce, lo compra por dónde camina, esto quiere decir espacios de circulación como calles o pasajes, donde ellos se ubiquen y no estorben. La ciudad debe construir posibilidades para este tipo de comercio, pues modernización no significa acabar con las cosas esenciales”. Lo que se espera que sea posible durante el resto de año vigente.
Las desventajas del desempleo en Colombia, son los altos porcentajes de venteros informales en la Ciudad, “Cada vez que se intenta formalizar los que ya han estado durante un tiempo, aparecen más, lo que me genera también una gran dificultad para mí como líder vocero de esta Asociación” Afirma Giraldo. “Una aseveración perversa es que los vendedores ambulantes son un problema de la economía, o sea que el desempleo estimula la economía informal. Lo que nosotros encontramos es que los vendedores van creciendo en la medida en que la economía mejora, porque hay más gente que compra y más dinero circulante. Aunque en parte la gente se va a vender a la calle porque no tiene empleo, lo más cierto es que es una forma de vincularse al movimiento económico de una ciudad. La prueba está en que ellos venden productos como gaseosas, dulces, confecciones”.
Luchando contra todo
Las dificultades sociales de los trabajadores informales son las mafias, quienes les cobran determinadas cuotas. Las gotas a gota, préstamos realizados a los venteros para que realicen su actividad, al final del día les cobran el 20 % de los que prestan.
Los almacenes, sacan su mercancía ubicándola en el espacio público, las empresas formalmente legalizadas, como Crem helado y Bonice, utilizan vendedores sin prestaciones, ni seguridad social. Hay personas que tiene de 15 a 20 puestos, no trabajan y viven a costillas de los venteros.
Este problema es en el ámbito nacional, se presenta en Armenia, Bogotá, Manizales, Cali etc. Es el mismo inconveniente, no hay inclusión social, no hay concertación, lo primordial, para el gobierno son las políticas y las monarquías, no se ocupan de las verdaderas problemáticas sociales que se están presentando.
Las personas que practican esta actividad tienen de 13 a 70 años, hay de tres a cuatro generaciones trabajando en la calle, debido a que los hijos le heredan el negocio de los padres.
“Vistos como parte del problema”
La libre circulación es un problema, las calles están inundadas, el espacio es muy efímero para los transeúntes caminar, es dramático, ¿pero tienen la culpa los vendedores ambulantes? No, si no hubiera tantas restricciones ni discriminaciones en cuanto al trabajo, el estudio, el género, la edad, no se presentarían tantos inconvenientes, si el gobierno diera oportunidades de empleos dignos, estas personas no estarían trabajando informalmente.
Actualmente se generan conflictos entre las personas reguladas y no reguladas, porque ellas ocupan espacios no asignados, saturan la vía de los transeúntes y forman desorden. Antes se peleaba en contra de los de espacio público, ahora la lucha es con los mismos compañeros de trabajo, debido al alto índice que se reporta.
Los trabajadores no regulados ni con tolerancia, que estén ocupando las vías peatonales, son retirados constantemente por el espacio público, por incumplir las normas legales. Deben pagar un dinero en las oficinas de la Subsecretaria de Espacio Público y Control Territorial, allí les dan un recibo con el cual reclaman su mercancía en la bodega.
El vendedor que se sea retirado, será desalojado del sitio por personal de la policía Nacional con la colaboración de los funcionarios del departamento de administración del espacio público (artículo 18 decreto 522 de 1971) así está establecido en el decreto 725 de 1999 artículo 12.
“La subsecretaria de Espacio Público y Control Territorial, no realiza decomisos a los comerciantes informales no regulados. Lo que realiza es la detención de los elementos que están ocupando indebidamente el espacio público, sean carretas, carros de comida, bolsos, entre otros materiales que impidan la movilidad de las personas.
Si el comerciante sigue incurriendo en la violación de la norma, se procede a la retención de sus productos, y son llevados a la bodega Polo Norte. Es importante que se aclare que estos productos pueden ser reclamados por las comerciantes en dicha bodega, cumplidas las 72 horas, Los de espacio público están regulando todas las actividades que implican la ocupación de este, igualmente se encargan del control, protección y cuidado.” así afirmo la Comunicadora Social de dicha entidad, Catalina Montoya Posada.
Los vendedores ambulantes son señalados por los gobernantes, estos indican que detrás de ellos está la prostitución, la drogadicción, y la pornografía.
Son vistos como parte del problema y no de la solución, deben tomar medidas que beneficien ambas partes, no dejar de un lado la contaminación y la saturación presentada en las calles, pero tampoco el drama social que viven estás personas.
“No se ha obtenido respuesta”
Los trabajadores informales no tienen acceso al trabajo digno, por el bajo nivel de escolaridad, el analfabetismo, la desigualdad y la mala administración del gobierno.
La dirección actual no hace seguimiento ni presencia, en cuanto a problemáticas sociales de venteros, solo dan ordenes de baya y recoja, no hay dialogo, no hay concertación, no hay control, no hay seguridad.
Se han buscado maneras de hablar con ellos, porque no tiene políticas claras del manejo de espacio público, hemos presentado proyectos que estudien a los venteros, en cuanto a la edad, el estrato, nivel escolar, núcleo familiar, y no se ha obtenido respuesta afirmo el presidente de la Asociación de Venteros Ambulantes.
Se están haciendo uno debates con la Comisión Ambiental en el tema público, se plantea “promover la ejecución de los proyectos contenidos en el Plan de Gestión Ambiental” el objetivo es mejorar la calidad ambiental, la eco eficiencia, y la armonía socioambiental, según el decreto 697 de 1993.
Al carretillero le cobran una infracción mayor, “está prohibido vender en una carretilla, tener un alta vos, ubicarse en esquinas y cruces de vías, por la contaminación auditiva y visual que provocan”, según el decreto 0327 de 1997 artículo ocho.
Rubén Darío Posada dice “me le tiro a las vías de los carros cuando observo que viene la jaula a recoger el fruto de mi trabajo, yo soy carretillero hace 10 años, vendo frutas, es el único medio de trabajo que tengo actualmente para sobrevivir. Después de seis años buscando trabajo y ser rechazado, decidí vender en las calles y ver esta como mi única alternativa de trabajo.
Tengo una esposa y dos hijos, soy el que vela por la familia, cuando no me dejó quitar la carretilla, recibo insultos, maltratos, golpes, incluso estuve detenido tres días por agredir a un policía”.
La policía son los intermediarios para que no haya una alteración del orden público, cuando se presentan agresiones entre espacio público y ventero lo que se hace es mediar, ratificar, y capturarlos si es necesario, ya sea por agresión física, daños materiales, o infracciones, el tiempo de la retención es transitorio.
Las personas no se pueden tomar el espacio público como suyo o un lugar para trabajar libremente, esto implica una multa. Es muy diferente ver las cosas desde afuera que dentro del problema, cuando estás trabajando con espacio público su pensamiento cambia totalmente comento el patrullero Cristian Torres Medina.
“Los vendedores ambulantes son personas que trabajan para el sustento familiar o personal, cuando se les rebatan las cosas construidas por ellos, sacadas de sus esfuerzos, presentan problemas sicológicos, tanto emocionales, personales, morales y trastornos mentales, al mismo tiempo se presenta por la carga del núcleo familiar”. Aseguró la sicóloga Sara Molina Peña.
A los vendedores ambulantes le son decomisadas sus mercancías por incumplimiento de ley, si le decomisan la mercancía primero no tiene ingresos, segundo ir a traer la mercancía desde polo norte que queda por los lados de zenu, al centro tiene que pagar un acarreo, está siendo doblemente castigado. El señor Gabriel jamen Gonzales secretario de espacio público implemento de nuevo la ruta que va de 19.000 $ y 2500 $ diarios por estar en bodegaje, hay gente que dice que Gabriel Jaime se queda hasta 15 y 20 días con la mercancía que decomisa, además de esto cobra por día que permanezca la mercancía.
Se está implementando actualmente un nuevo proyecto, el Tren Ayacucho, que tendrá un trayecto de bolívar hasta Girardot, donde hay más de 40 personas carnetizadas, los cuales van hacer reubicados en otros espacios. Los venteros desafortunadamente son como los niños en espera que les van pasar, ellos asumen que son temas de ciudad, y hay que tratar de buscar de puntos cercanos que les den estabilidad, en la ordenanza 018 dice que si hay una reubicación tiene que ser mejor o igual que donde estaba, la organización de venteros está buscando un punto que sea potencialmente bueno para no perjudicar a los venteros que serán desalojados.
No hay ningún decreto que defienda a los enteros informales de pagar dichas sumas, no existe ley que diga que a los trabajadores informales se les cobre tal tarifa por recuperar sus bienes, eso es un abuso, pero no está reglamentado, convirtiéndose en una vía de hecho, es una ley que se impone por la costumbre del uso social, afirma la abogada Mónica Cecilia Londoño Escobar.
Decomisarían de los productos
En Colombia las ventas ambulantes van aumentando cada vez más, al parecer el gobierno hace caso omiso del decreto que existe en la constitución que habla de que cada ciudadano debe tener un trabajo digno y en condiciones dignas.
La Ley 7/1994 de Actividad Comercial es la que fija las bases y define esta modalidad de venta. En el art. 15, define el concepto de venta ambulante: “son ventas ambulantes las realizadas por vendedores habituales u ocasionales fuera de un establecimientos comercial, en puestos o instalaciones desmontables, así como en vehículos”.
Los vendedores ambulantes afirman que deben acudir a este medio por necesidad ya que no tienen otra alternativa entonces cuando los defensores del espacio público intentan decomisarles sus productos se niegan a permitirlo.
Dada estas situaciones muchas de estas personas han optado por crear asociaciones que pueden representar el gremio y llegar a acuerdos con el gobierno.
Los encargados de decomisar los productos de los vendedores deben contar con una licencia donde certifique que pueden realizar esta labor, de lo contrario no estarían obligados a entregar sus productos.
Para los venteros informales es muy difícil lidiar con tantos obstáculos que les impiden trabajar, por un lado el gobierno reteniéndoles los productos, y por el otro existen otro tipo de personas imponiéndoles una ‘vacuna’ o renta diaria para dejarlos permanecer en los lugares donde están ubicados vendiendo sus productos.
Ahora se busca que haya un acuerdo entre vendedores y el gobierno para que todos salgan beneficiados y no tengan que acudir a la fuerza para tener controlada esta problemática que afecta a Medellín y al resto del país en general.
Problemas de salud
“Las ventas ambulantes traen consigo diferente problemas y uno de estos , es la poca capacitación que estos tienen para la manipulación de alimentos, lo que ocasiona que vendan sus productos sin ningún tipo de norma higiénica y muchas personas se puedan enfermar a partir de ello” así lo afirmó la procesadora de alimentos Tatiana Osorio.
Ella señala que para procesar cualquier tipo de alimento, por lo menos se debe tener en cuenta el decreto 3075 y las BPM (buenas prácticas de manufactura), para con ello evitar cualquier tipo de contaminación en los productos a vender. Esto de alguna manera garantiza tanto la calidad de consumo del comprador como la del vendedor.
“Preparar alimentos en la calle es algo muy riesgoso, porque es mucha la contaminación que se encuentra allí, desde el humo de los carros, hasta los olores de la ciudad, todos estos factores hacen que los productos a vender no sean aptos para el consumo”.
Frente a este aspecto la vendedora ambulante Rosa Rodríguez, señala que ella sabe que preparar alimentos en la ciudad no es algo higiénico, pero qué puede hacer si la instalación no es adecuada , ni mucho menos cuenta con los recursos para comprarse un delantal, unos guantes y un gorro.
En búsqueda de una solución
La ciudad trabaja en conjunto, para brindar posibles soluciones a este tipo de problemática social que ha sido olvidada y que cada día va dando más transcendencia, Fernando afirma para UNIMEDIOS que “el planteamiento es buscar más soluciones a los peatones y a las ventas callejeras como parte de la economía. No es cambiarlos de esquina, es construir inteligentemente elementos como los que la ciudad construyó cuando necesitó más espacio para vehículos o más transporte. Por esto, se propone crear una red análoga de espacio público donde las ventas callejeras funcionen, pero no en cualquier parte. Si alguien va comprar un dulce, lo compra por dónde camina, esto quiere decir espacios de circulación como calles o pasajes, donde ellos se ubiquen y no estorben. La ciudad debe construir posibilidades para este tipo de comercio, pues modernización no significa acabar con las cosas esenciales”. Lo que se espera que sea posible durante el resto de año vigente.
el presidente de ventas ambulantes dice que el Gobierno si les ha planteado soluciones frente a la problemática que viven, pero estas no se acomodan a sus horarios de trabajo, lo que ocasiona que ellos decidan seguir en las calles y no participen procesos de cambio social, donde puedan acceder a la educación , sin importar la edad que tengan.
Según Carlos Gutiérrez , vendedor informal desde hace 15 años, el problema de que ellos no posean oportunidades de trabajo se debe a que no tienen un grado de educación adecuado para aspirar a otras labores, pero así como reconoce esto, quiere crear un proyecto emprendedor donde sea posible unir tanto mujeres como hombres de su gremio para que entre todos lleguen a un acuerdo para capacitarse en algunos temas de su interés, ya sea gastronomía, buenas prácticas de manufactura , entre otros aspectos que les servirán y se acomodaran a su diario vivir.
La tecnología también ha estado al servido de estas personas, ya que en la misma oficina de la Asociación de Venteros Ambulantes se encuentra una sala de computadores donde este gremio puede ir, consultar en internet información de su interés, y conocer cuáles son los derechos y los deberes que tienen.
Camila Restrepo, vendedora ambulante, señala que tienen muchas expectativas frente a los proyectos que se están llevando a cabo para mejorar su calidad laboral, ella es madre soltera y dice que no quiere que sus hijos tengan que salir a las calles a soportar los maltratos y el desgaste físico que ocasiona el estarce moviendo de un lado para el otro.